domingo, 26 de diciembre de 2010

Día de difuntos



En los mercados, los jardínes y los huertos, estos días asoman noche y día las flores de difuntos
para luego mustiarse lentamente al pie de las tumbas todas.
Flores con miles, diminutas hojas, blancas, moradas, amarillas, que tienen hasta el final la última despedida.

Flores rojas también como la sangre que antes salpicaba la emoción y ahora descansa inexistente.
Los cementerios se llenan de alegría traslúcida por la emoción guardada.
Los familiares acuden a la florida y triste fiesta para luego continuar con la esperanza nueva.

Regresaran con la cabeza baja, olvidando que han llorado,
sin saber que la noche cubrirá de sombras,
las sombras que antes fueron vida
y las flores que ahora son recuerdo.

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